Qué puede aportar la ESI…
La media sanción obtenida en el Congreso para la aprobación de la “Ley Olimpia Argentina” es otro de los grandes avances en materia de derechos que se suman a las cuestiones y temáticas que deben ser transversalizadas desde la mirada de la Educación Sexual Integral (ESI). Dicha norma, busca modificar la Ley 26.485 sobre Protección Integral para prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra las Mujeres con el fin de incorporar la figura de la «violencia digital» como una más de las modalidades de violencia.
Por María Inés Alvarado*
para Diario Digital Femenino
En primer lugar, es importante definir a que se llama “violencia digital”. Según describe el colega Diego Oscar Ortiz en su nota Hacia un tipo y modalidad de violencia, publicada en este mismo diario, “La violencia de género digital se ha definido como aquella que afecta la dignidad digital de las mujeres, en tanto lesiona alguno o varios de sus bienes y/o derechos digitales, en particular, la reputación, la libertad, la existencia, el domicilio, la privacidad, la inclusión digital o cualquier otro aspecto de su acceso y desenvolvimiento en el ámbito virtual, el uso de las tecnologías de la información y la comunicación, la seguridad informática de sus equipos y dispositivos y la indemnidad de su identidad digital. También se ha dicho que es el acoso u hostigamiento virtual a través de medios digitales como por ejemplo Facebook, Instagram, Snapchat y Tik Tok, foros en internet, plataformas de juegos o mensajerías y celulares. El ciberacoso consiste en publicar o difundir de forma no consentida contenido íntimo, vergonzoso, perjudicial, falso, o cruel sobre otra/s persona/s. Esto puede incluir compartir información personal o privada sobre alguien más, provocando así vergüenza o humillación”. Además, aclara que el uso de las tecnologías para ejercer violencia por razones de género es cada vez más frecuente, por lo cual urge “la actualización y adaptación de la norma y la necesidad de intervención institucional, como, por ejemplo, tomar medidas de protección específicas”.
El material ESI en primera persona 5. Vínculos y entornos digitales, desarrollado por Iniciativa Spotlight, en conjunto con UNFPA, la Asociación Civil ACÁ, el Programa Nacional de ESI y el Ministerio de Educación de la Nación, propone que, desde la escuela, se incorpore el impacto y la dimensión de lo que sucede en las redes para acompañar y enriquecer la formación de estudiantes de todos los niveles educativos, desde la perspectiva de la ESI. ¿Cómo? Profundizando el trabajo de los vínculos y la afectividad atravesados por las redes, desde un enfoque de géneros y derechos; trabajar en el fortalecimiento de niñeces y adolescencias sus potencialidades y cuidados; favoreciendo la construcción de entornos respetuosos de la diversidad y otorgando herramientas de prevención, cuidado y protección. La base es contribuir a la reflexión, fortalecimiento de derechos y construcción de la ciudadanía digital, con acuerdos de convivencia para las redes.
Si a esto le sumamos que, dentro de los objetivos que promueve la ESI, se encuentra el de trabajar en la prevención de toda forma de violencia, coerción y abuso sexual, se hace cada vez más necesario educar en los principios de equidad de género y trabajando en conjunto docentes, estudiantes, familias y empresa privadas en la deconstrucción social de formas de relación y mandatos culturales que reproducen desigualdades y violencias. El cuadernillo «Abordajes desde la ESI de la violencia de género a través de TIC con adolescentes» también realizado en el marco de la Iniciativa Spotlight Argentina, describe que “Las TIC se convirtieron en importantes espacios de socialización. En nuestros usos, costumbres y consumos digitales también se construyen y refuerzan identidades. Los sesgos y mandatos sexistas están presentes tanto en las diferenciales formas de acceso y uso de los dispositivos, así́ como en los contenidos digitales con representaciones sociales con estereotipos de género. Por esta razón, se propone incluir la reflexión sobre la cultura digital articulada con la ESI”.
Al igual que la Guía de acompañamiento a las adolescencias en los entornos digitales impulsado por la web Faro digital, algunas de las actividades que se proponen para abordar la temática en la escuela, desde la ESI son:
- Trabajar en torno a roles y modelos de género a los cuales tienen acceso (o no) en entornos digitales; cómo se reproducen las desigualdades en estos ámbitos digitales; que tipo de discursos pueden habilitarse para que haya una sociedad más plural, diversa y respetuosa.
- Describir, investigar e informar sobre las formas de reportar los abusos en las distintas plataformas que afectan especialmente a mujeres e identidades disidentes como: ciberacoso – acecho – cibervigilancia – amenazas – hostigamiento – discursos de odio y discriminatorios – difamación – suplantación o robo de identidad – difusión sin consentimiento de material íntimo – extorsión – grooming – doxing – captación para trata de personas, entre otras.
- Identificar situaciones de violencia en la pareja, para reflexionar sobre los estereotipos de género y promover vínculos saludables, respetuosos y solidarios. Trabajar en la reflexión sobre las ideas del amor romántico, los celos y el control que hacen a través de redes sociales.
- Promover que puedan diferenciar los ámbitos públicos y privados con preguntas relacionadas con la protección de datos personales; si usan el geolocalizador del celular; si comparten sus las contraseñas personales; que piensan sobre el llamado “derecho al olvido”; cual es la configuración de sus cuentas en redes sociales y/o perfiles digitales; qué tipo de situaciones e imágenes comparten y con quiénes; si conocen el límite entre lo público y lo privado; si tienen en cuenta el consentimiento de las personas con quienes establecen vínculos; qué opinión les merecen los escraches virtuales; etc.
- Discernir sobre el concepto de “consentimiento”: Si es activo, específico, reversible, entusiasta, consensuado, de libre elección, sin chantaje o coerción, en igualdad de condiciones.
- Debatir sobre las responsabilidades compartidas ante episodios de violencia digital, sin revictimizar. Identificar quienes rompen el pacto de la privacidad y el consentimiento, quienes divulgan, incitan o viralizan imágenes o chats privados. Fomentar la importancia de revisar situaciones de encubrimientos y complicidad.
- Trabajar sobre las reflexiones acerca del vínculo entre educación sexual y pornografía; recorriendo algunos hitos históricos y experiencias presentes o haciendo un análisis sobre el consumo de pornografía en adolescentes y su impacto en el desarrollo y las relaciones con iguales.
La violencia digital es una problemática social que atraviesa a toda la población, según describe la Guía ReDsistencias reflexiones sobre violencia digital, elaborada por el Consejo Juvenil de Bodyright, la Fundación Bellamente y el Fondo de Población de Naciones Unidas (UNFPA) en Argentina. Es importante destacar que cada vez que alguien accede a lo virtual ya sea publicando contenido en redes sociales como consumiendo, puede experimentar y/o reproducir violencia. Por lo tanto, se hace indispensable involucrarse y reflexionar sobre las prácticas cotidianas para transformar la realidad. Como todo tema de actualidad, no debe pasar desapercibido en las aulas.
(*) Docente, comunicadora. Co-directora de La ESI en juego.
Columnista de Diario Digital Femenino– De ESI Sí Se Habla