imagen destacada

Luego de una nueva y multitudinaria edición de la Marcha del Orgullo LGBTIQ+ que se desarrolló por las calles de la Ciudad de Buenos Aires bajo el lema “Ni un ajuste más, ni un derecho menos” se hace indispensable seguir exigiendo en las aulas una Educación Sexual Integral que valore la diversidad de todas sus formas. Por eso, y para seguir construyendo una ESI que ayude a ampliar la mirada hacia todas las personas, en la columna del día de hoy invitamos a pensar el término Interculturalidad”.

Por María Inés Alvarado*
para Diario Digital Femenino

En el cuadernillo Interculturalidad de la Colección Derechos Humanos, Género y ESI En la escuela, se describe este concepto como un proceso, una perspectiva o un proyecto a construir, que consiste no solamente en la convivencia e intercambio de diferentes expresiones culturales, sino que aspira también a que se produzca en términos de respeto y valoración de la diversidad y de búsqueda de la igualdad, lo cual requiere comprender que la cultura hegemónica no es la única.” En dicho material, también se reconoce la dimensión universal de los Derechos Humanos para desarmar el carácter universal y hegemónico que tiene el saber escolar, y repensar los contenidos que se enseñan y el modo en que se hace para abarcar las diferentes perspectivas culturales y saberes lingüísticos de cada comunidad.

Por una ESI más inclusiva, diversa y defensora de los derechos
Por una ESI más inclusiva, diversa y defensora de los derechos

Con este enfoque, el colectivo interdisciplinario esi en quechua, propone una ESI interseccional, intercultural y antirracista que promueva abordar la diversidad cultural y lingüística con materiales relacionados con la sexualidad. Desde su cuenta de Instagram, promueven un enfoque teórico práctico que entrecruza los contenidos de la ESI con el quechua, las lenguas indígenas en general y la cosmovisión andina y así transversalizar esta mirada intercultural como proyecto político-pedagógico que promueva la construcción colectiva. Durante el fin de semana, en el día de la XXXII Marcha del Orgullo, compartieron en su cuenta un fragmento a una entrevista a la activista travesti Quillay Méndez (la.quillay), bailarina, compositora y docente quien explica que “la idea de travestir lo qhari-warmi” (varón-mujer) para explicar como alzar la voz para “sostener un discurso político” que “desobedece la norma lgbt blanco, implantado en la sociedad.”

También te puede interesar: Educación Sexual Integral (ESI) en lenguas indígenas

Para acompañar este recorrido y poder llevar a las aulas esta perspectiva de ESI intercultural y antirracista, este mes se lanza “Kachkanchikraqmi. Educación Sexual Integral desde una perspectiva intercultural y antirracista” editado por Milena Caserola, cuyas autoras: Josefina Navarro, Noelia Díaz Uyuquipa, Mariana Labhart y Lucía Mazzotta proponen como un libro para docentes de espacios educativos formales e informales tanto en contextos rurales como urbanos, habitados por poblaciones heterogéneas, caracterizadas por la migración nacional, regional e internacional, partiendo desde el quechua, e impulsando una mirada intercultural como proyecto político-pedagógico que promueve la construcción colectiva. Kachkanchikraqmi podría traducirse como “seguimos siendo, seguimos existiendo” y tiene como premisa: “un mundo feminista no puede no ser antirracista”.

En el material Interculturalidad, previamente citado, se plantea, además, que “la interculturalidad no puede reducirse a una mezcla o fusión de elementos distintos, sino que asume los múltiples intercambios y contempla las tensiones que puedan producirse entre ellos, mientras pretende confrontar los racismos y las desigualdades presentes en la convivencia entre las culturas mismas y en las estructuras e instituciones de la sociedad”. Por eso propone una serie de acciones a llevar a cabo si se desea adoptar una perspectiva intercultural, relacionadas con evitar contenidos que reflejen una sociedad homogénea, monocultural y “blanca”; rehuir de las representaciones estereotipadas, esquemáticas y fijas; presuponer un estudiantado diverso culturalmente (y no exclusivamente blanco, cis heterosexual que reflexiona sobre las otras y los otros como si estos no formaran parte del estudiantado); entre otras.

Por último, y para poder acercar el concepto de derechos desde esta perspectiva, se puede socializar en las aulas las infografías del documento Qhari, warmi wawakuna, wamrakuna Los chicos, las chicas y los adolescentes tenemos derechos, que utilizando historietas de Mafalda, explica la perspectiva de derechos de NNyA en lengua indígena.

(*) Docente, comunicadora. Co-directora de La ESI en juego.
Columnista de Diario Digital Femenino– De ESI Sí Se Habla

 

Seguinos en Instagram @diariodigitalfemenino_

Dejar un Comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *