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Una odisea reveladora, narrada con letra precisa y valiente, sobre los abusos sexuales de un reputado cuadro del Partido Comunista.

Por Eduardo Silveyra*

Rara vez sucede, que una lectura nos resulte perturbadora, más allá de los lenguajes narrativos. Padrenuestro, es uno de esos libros que nos despierta en mitad de la noche, para agitar los fantasmas propios e interrogarnos sobre las sombras duales de los padres. Nobles trabajadores y golpeadores dogmáticos, de una religión atea expresada en el Partido Comunista. Un colectivo político cuyas practicas internas referentes a los valores morales, resultaban coincidentes en muchos casos, a los mismos dogmas que practican ciertos sectores de la iglesia católica. Es decir: La subordinación a la institución familiar burguesa, donde cuestionar la autoridad de los padres, se tornaba motivo de condena. La marginación, a quienes tenían una sexualidad por fuera de las normas binarias. Y, por sobre todo, el máximo respeto a las decisiones morales y políticas del partido. En esos círculos de acatamiento al orden partidario, circulaba la vida de los comunistas en los años 60 y 70 del siglo pasado. Recuerdo, que en esos años fue sentenciado y condenado a muerte durante la dictadura franquista, el poeta Marcos Ana. En mi casa había un pequeño libro con sus poemas, cierta vez en una sobremesa, mi madre leyó uno de los poemas, al terminar la lectura, uno de los compañeros allí presente, elogió la poesía y dijo: Que, si bien Marcos Ana era un mártir, no había que hablar mucho de él porque había sido homosexual y la homosexualidad era una desviación promovida por el capitalismo. Con esos preceptos, se sentenciaba también a los enemigos políticos, fulano es un maricón degenerado, un afeminado, aquel otro es un morfinómano, fulana es una vieja tortillera. A los anarquistas, pregonadores del amor libre en las calles parisinas durante el mayo francés, se los acusaba de tener desviaciones burguesas, fomentadas por el capitalismo.

La moral revolucionaria comunista de esos años de subordinación, provenida del neo estalinismo de los años 70, asume a veces lecturas simbólicas, en un partido donde la normativa patriarcal se cumplía a rajatabla, los herederos no rompieron con la norma e idolatraban secretamente a Papacito Stalin, un perseguidor de cristianos ortodoxos, pero laxo con la minoría católica, a la cual perteneció en su juventud siendo seminarista. Nada es casual, todo tiene una razón de ser al leer los derivados, las reglas morales estrictas, en consonancia con las impuestas por la iglesia católica a sus fieles, institución que muchas veces esconde las faltas pecaminosas de sus integrantes, para no dañar la estructura religiosa, al igual que lo hacia un partido que en el imaginario popular, representaba cambiar el  statu quo .

Padrenuestro | Adriana Pedrolo
Padrenuestro | Adriana Pedrolo

Como sabemos, la memoria no es lineal y la escritura de una narración biográfica tampoco puede estar sujeta a esa linealidad, en ese sentido la narración de Adriana Pedrolo, está atravesada por diversos géneros, lo documental, lo vivencial, lo poético y lo biográfico, para construir un relato en el cual se da cuenta del abuso sexual a una hija y un hijo, aun niños, por parte de un miembro del partido, reputado como militante ejemplar y buen padre de familia. Es decir, un abusador que cumple con la norma partidaria. Quien narra la historia, es la hermana no abusada, la elegida para dispensarle el amor paterno por fuera de la perversión, si es que realmente esto es posible. Vale aquí, apelar a aquello que Lacan sentencia en cuanto a que la relación sexual no existe, porque la relación no es con el otro, sino con uno mismo a través del cuerpo de otro, por lo tanto, lo que salva a esa “no relación” es el amor. Y aquí, está el drama de la narradora, en la diferencia que establece el abusador con sus hijos, en esa dualidad perversa donde en un lugar se entrega al goce de la dominación del poder y en el otro, es el padre protector y ejemplar, liberado de toda culpa con la hija salvada de sus acciones perversas. En este punto se abren los interrogantes y las disyuntivas vitales, planteadas en el discurso de quien nos cuenta el sendero de las elecciones. ¿Puede ese padre ser amado? ¿Es posible querer a quién dañó a tus hermanos? Responder aquí a esos interrogantes, sería revelar parte de la esencia del relato, pero si se puede dar cuenta de que las respuestas serán encontradas en las páginas a leer.

¿Es este un libro político? Sí, lo es por encima de lo ficcional y de lo literario, porque además es un libro feminista, que en ciertos lugares nos interroga acerca de la tolerancia y la complicidad del secreto, para ocultar los abusos sexuales en las estructuras partidarias y sindicales. En esos ámbitos donde se lucha por el poder hacia adentro y hacia fuera, el abusador o abusadora, es protegido porque en la denuncia se prejuzga una intencionalidad política. Una jugada para sacar del ruedo a alguien. Cosa que el sentido común de los protectores, pone en el lugar de la no verdad, en el juego de la operación política, que emana del espíritu de manada.

Padrenuestro, una ficción conmocionante
Padrenuestro, una ficción conmocionante

Padrenuestro, es un libro de nuestro tiempo, donde las interrogaciones y cuestionamientos fluyen en la escritura de modo atrapante. Es también, un libro de aliento e inspirador, para continuar las interrogaciones, las sendas de los cambios y las transformaciones sociales, creadoras de una nueva política, destructora de los mandatos de los colonialismos culturales; ese, y nos entregamos a la especulación de la connjetura, es otro de los mensajes alentadores que encierran las páginas de Padrenuestro.

(*) Escritor y Periodista

Padre Nuestro. Ediciones Desde el Pie.
Buenos Aires 2024
168 pág.
Librería de las Mujeres, Pasaje Rivarola 158 CABA – Tel 011 4372 5930
Librería Ciccus, Alsina 865 CABA – Tel 011 4981.6318
-Y en Desde el pie Ediciones, pedidos a: desdelpiediciones@gmail.com
Precio $10.000

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