
Hoy, 28 de mayo, es el Día Internacional de Acción por la Salud de las Mujeres, con el objetivo de crear conciencia acerca del cuidado que este grupo social debe tener sobre salud para promover su derecho a vivir una vida digna, con igualdad de oportunidades y sin violencias. La fecha fue propuesta por la Red de Salud de las Mujeres Latinoamericanas y del Caribe en el año 1987 para garantizar el acceso igualitario y de calidad a los Derechos Sexuales y Reproductivos. En el marco de este día, el Ayuntamiento de Quart de Poblet de Valencia, España, a través del área de Igualdad y Políticas Inclusivas, lanzó una guía dedicada a la salud de las mujeres «Guía de salud para las mujeres. Aprende a ser protagonista de tu propia salud» con el fin de aplicar la perspectiva de género en la salud y, así, salvar vidas.
Por María Inés Alvarado*
para Diario Digital Femenino
El Manual propone “abordar la salud desde el punto de vista femenino, ya que en la mayoría de ocasiones la investigación sanitaria y la atención médica se ha basado en el cuerpo del hombre» y se presenta como un buen material para el abordaje de cuestiones relacionadas con la salud sexual de las mujeres para abordar en las clases de Educación Sexual Integral (ESI). Comienza describiendo, por ejemplo, que “Los determinantes de la salud y de la enfermedad, siendo los mismos para hombres y mujeres (biología, educación y sociedad, medio ambiente, sistema sanitario) se expresan de forma diferente en ambos sexos” dejando en claro así que el lugar que las mujeres ocupan en la sociedad y el acceso a la información y recursos no siempre tiene las mismas posibilidades que los varones. Promueve también la importancia del autoconocimiento y el autocuidado como estrategias para conocer mejor el propio cuerpo y promover la salud sexual y reproductiva desde la autonomía y la libertad.

Es importante identificar que, en relación a la salud, las mujeres padecen fenómenos cíclicos hormonales diferentes a los de los varones, que deben aprovecharse para abrir el diálogo con mujeres de todas las edades y realidades socioeconómicas, acercarles información y derribar mitos. Por ejemplo, para explicar porque ocurre la menstruación, a qué se denomina un ciclo menstrual “normal”, qué es el síndrome pre menstrual o cómo se van modificando loas ciclos menstruales según la edad. También tiene un capítulo que explica la menopausia desde el punto de vista de lo que es: un proceso natural y fisiológico que debe ser vivido como tal: el fin de la edad reproductiva y la posibilidad que tienen las mujeres de vivir una nueva etapa donde se recuperan espacios de libertad y se pueden recuperar los deseos dejado de lado por otras ocupaciones.
En el ítem Corazón y mujer se derriba el mito acerca de que las mujeres no podían padecer enfermedades cardiovasculares ya que al no seguir las mismas pautas de dolor durante un infarte en mujeres que varones durante muchos años se ha negado la investigación cardiovascular en ámbitos femeninos, sabiendo en la actualidad que existen antecedentes específicos entre las mujeres que predisponen a sufrir enfermedades cardiovasculares: tales como el síndrome de ovario poliquístico, los embarazos con eclampsia y/o preeclampsia, o la artritis reumatoide. Estas mismas, que son la causa de la mayoría de las situaciones vinculadas al dolor que lleva a las mujeres a una consulta médica; el silencio sobre las propias dolencias, ha sido la base de la vida de muchas mujeres, por medio a ser consideradas frágiles, neuróticas o histéricas, motivos por los cuales ocultan sus dolencias.
En otro de los capítulos se describe los diferentes tipos de violencia machista que sufren las mujeres, como un grave problema de salud pública y de violación de los derechos humanos, haciendo énfasis en la repercusión que esto tiene tanto en la salud física como en la emocional de quienes la sufren. También hay un apartado sobre salud mental, en el cual se parte de la importancia que tiene trabajar sobre la autoestima y el autoconocimiento para poder hacer frente a situaciones traumáticas que desembocan en ansiedad, crisis de angustia, depresión o fobias. A estos temas se le agrega los cuidados que se deben tener frente a la medicalización, especialmente en el uso de ansiolíticos y antidepresivos, así como la necesidad de llevar adelante una nutrición saludable, con ejercicio físico, el sostén de las amistades, y la participación en la vida social y ciudadana.

En el contexto social y político que transita hoy la Argentina, con un gobierno negacionista, que rompe relaciones con los países como España que llevan años en el estudio y aplicación de políticas públicas de inclusión y que, además posee un secretario de culto que propone derogar leyes que garantizan la salud de las mujeres, como la Ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo y que promueve que el divorcio es un trastorno social para las infancias, obligando así a las mujeres a seguir sosteniendo una relación de violencia e infelicidad a costa de su propia salud mental, se hace indispensable ofrecer a las mujeres, herramientas que las empoderen y las ayuden a preservar su salud integral. Que este #28M no pase desapercibido y que, desde la ESI, se ayude a que muchas niñas, jóvenes y adultas mujeres mejoren su calidad de vida.
(*) Docente, comunicadora. Co-directora de La ESI en juego.
Columnista de Diario Digital Femenino – De ESI Sí Se Habla
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