Hace aproximadamente un mes, La Organización Mundial de la Salud (OMS), junto con el Instituto Catalán de Oncología (ICO) y el Instituto de Investigación Biomédica de Bellvitge (IDIBELL), presentaron un exhaustivo estudio acerca del impacto en los varones del Virus del Papiloma Humano (VPH). Publicados en la revista ‘The Lancet Global Health’, los resultados de este estudio proporcionaron información valiosa sobre este virus desconocido hasta el momento que se transmite por contacto sexual, al advertir que “Uno de cada cinco varones del mundo tiene el HPV de alto riesgo” que a su vez “es la principal causa de cáncer de cuello uterino en las mujeres, donde cada año mueren más de 340.000 mujeres” por esta enfermedad.
Por María Inés Alvarado*
para Diario Digital Femenino
Según la página de Fundación Huésped, el “Virus del Papiloma Humano (VPH, o HPV por sus siglas en inglés) es una familia de virus que puede afectar la piel, la zona de la boca, la zona genital o anal. Existen más de 200 tipos de virus, pero poco más de 40 afectan la zona genital y pueden dividirse en dos grandes grupos”: los ‘de bajo riesgo’, que se asocian a lesiones benignas, como las verrugas y los ‘de alto riesgo’ que pueden llegar a provocar la alteración de las células generando lesiones precancerosas para luego desarrollar un cáncer. El más común, es el cáncer de cuello uterino, aunque también se lo vincula con cáncer de pene, de ano, de boca y de garganta. Si bien, cuando empezó a estudiarse este virus se asoció a la salud de las mujeres hoy se sabe que afecta tanto a mujeres como a varones, por lo cual la clave, como toda infección de transmisión sexual (ITS), sigue siendo la prevención.
Y hablando de prevención, es importante que el contagio del HPV también sea tenido en cuenta en las clases de Educación Sexual Integral (ESI) a partir del eje de la ESI Cuidado del cuerpo y la salud. Hoy se hace imprescindible que este tema también sea parte de la currícula oficial, sobre todo teniendo en cuenta que la mayoría de las personas con HPV no sabe que lo padece, porque no tiene síntomas. Si bien algunos tipos de HPV pueden producir verrugas genitales observables en órganos sexuales externos, otros se detectan solo con la prueba del Papanicolaou (PAP) por lo cual hace que el control médico sea imprescindible para su detección. Por eso, dentro del campo de la prevención, también es necesario explicar en las aulas la importancia del PAP y de la vacunación, dado que existe una vacuna contra el HPV en el Calendario Nacional de Vacunación que protege contra todos los tipos de HPV.
Según la página web del Ministerio de Salud de la Nación, “se estima que 4 de cada 5 personas van a contraer uno o varios de los tipos de VPH en algún momento de sus vidas”, por lo cual es importante que la vacuna se administre en las edades recomendadas: una 1era dosis a los 11 años y una 2da dosis con un intervalo mínimo de 6 meses, después de la 1era. Pero como la mayor parte de la población adulta no tiene esta vacuna -que se incorporó al calendario oficial en 2011 solo para niñas y, en 2017 se incorporó en varones, hoy está indicada para la prevención del VPH en todas las personas desde los 9 hasta los 45 años. Con la vacunación se disminuye la circulación del virus, el desarrollo del cáncer de cuello uterino y el contagio de otras enfermedades asociadas al virus. Dado que la vacuna protege contra aproximadamente el 90 por ciento de los genotipos de alto riesgo, es clave continuar con los controles ginecológicos de rutina aun cuando se haya recibido la inmunización contra el VPH por eso, es imprescindible explicar que, la realización del test del Papanicolaou es la mejor forma de prevención del cáncer de cuello uterino en personas con útero. Debe hablarse en las aulas que todas las personas con útero deben hacerse este examen médico de control ginecológico, recomendado por la OMS a partir de los 25 años de edad y que es gratuito en todos los centros de salud y hospitales del país.
Por supuesto, no debe dejarse afuera de estas recomendaciones, la importancia del uso del preservativo y del campo de látex. Al igual que cualquier otro tipo de ITS, el preservativo reduce el riesgo de transmisión del VPH, aunque, “no lo elimina del todo ya que el virus puede alojarse en puntos de la zona genital-anal que no quedan protegidos por el preservativo”, explican en la Fundación Huésped. Para generar conciencia y abrir el diálogo se puede utilizar el video ESI, aprender para decidir: HPV, del Canal Encuentro, que explica de manera sencilla pero detallada para jóvenes, toda la información científicamente validada sobre este tema.
(*) Docente, comunicadora. Co-directora de La ESI en juego.
Columnista de Diario Digital Femenino– De ESI Sí Se Habla
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