
En la columna de la semana pasada, 10 años de Acompañe. No castigue, se hizo una descripción acerca de la importancia que tiene la escuela para generar acciones que ayuden a la prevención sobre adicciones y consumo problemático de drogas. En el texto de hoy, se abordará la noción de la “pedagogía del cuidado” como marco conceptual, desde la perspectiva de derechos humanos, para entender que “educar es cuidar y cuidar es educar” y que toda esta perspectiva tiene íntima relación con la Educación Sexual Integral (ESI).
Por María Inés Alvarado*
para Diario Digital Femenino
En el curso “Los cuidados y la enseñanza en el ámbito educativo”, dictado por el Instituto Nacional de Formación Docente (InFoD), aparece este término como una nueva mirada para desarrollar la función pedagógica, tendientes a garantizar los derechos de niños, niñas y adolescentes (NNyA) a partir de plantear que, en las escuelas, son las personas adultas que las integran quienes “deben ejercer una autoridad responsable, que se hace cargo de otras personas y de su crecimiento”. En este paradigma, describe que “los cuidados suceden en los vínculos, en la convivencia y en la cotidianeidad de la vida escolar y se enmarcan en un trabajo institucional colectivo sostenido en el tiempo que regula qué enseñar, qué aprender, cómo hacerlo y cómo convivir”. Y que, si bien “muchas veces, las ideas de educar y cuidar aparecen disociadas, diferenciadas” es preciso desde la tarea pedagógica, poner en valor el cuidado de NNyA frente a determinadas situaciones o padecimientos que comprometen su integridad. Pero no hacerlo solas, sino en “un entramado de instituciones y organismos corresponsables de garantizar derechos”.
En el artículo “La pedagogía de los cuidados en el ámbito educativo”, publicado en el portal colaborativo vasco de La Coordinadora de Organizaciones para el Desarrollo se lo describe como un modelo coeducativo que cuestiona el modelo de desarrollo dominante y opta por uno diferente que prioriza reconocer las acciones de los cuidados en torno a la idea de poner la vida en el centro en todos los ámbitos de la educación, entendiendo que el ser humano es igualmente interdependiente que eco dependiente. Por lo tanto, se le otorga centralidad a valores y capacidades como: el cuidado, la solidaridad, la empatía, la autonomía, la autoestima, las relaciones afectivas, el empoderamiento, la comunidad, la participación y otras acciones que, durante siglos, han sido realizadas mayoritariamente por las mujeres para el sostenimiento de la vida.

Llevada al plano de la educación, este paradigma fue abordado por la docente Mercedes Álvarez en el libro “Pedagogía del Cuidado», que aborda la forma en que la escuela debe convivir con la cultura del consumo; los consumos problemáticos y las adicciones. En una nota titulada “Educar desde el cuidado”, la autora explica que “Resulta fundamental comprender cuál es la manera en que debemos aprender a utilizar el espacio del aula para escucharnos y reflexionar sobre las prácticas cotidianas”. En la investigación que desarrolló para la escritura de su libro aprendió que “la prevención viene de la mano del cuidado” y que la cultura del cuidado aparece como un paradigma que propone un modo de ser y estar en el mundo que “incluye desde cuidados físicos hasta emocionales y sociales, asumiendo la doble función de prevención de daños futuros y regeneración de daños pasados” pero que debe ser abordada de manera colaborativa entre el Estado, la comunidad, la familia y todo el entorno vincular de cada persona.
En el material ESI y consumos, del portal educativo de la provincia de Mendoza, que cita palabras del Consejo Federal de Educación: “Se trata de crear espacios de participación y reflexión, promover discusiones grupales, dejar entrar la vida de los chicos y chicas a la escuela, que puedan expresar lo que piensan, lo que sienten, lo que quieren, que puedan encontrar en los docentes a adultos disponibles capaces de escuchar sus preguntas, sus dudas, sus incertidumbres” aparece un notable vínculo entre ambas temáticas. En el mismo se proponen actividades para pensar y reflexionar los consumos en torno al género, los mandatos, la diversión, las relaciones sexuales, el consentimiento y los cuidados colectivos.
Situaciones de abordaje similares propone el cuadernillo “Tomá la voz: ejes y propuestas para el abordaje de los consumos problemáticos en el ámbito educativo”, elaborado por el Ministerio de Educación y la Secretaría de Políticas Integrales sobre Drogas de la Argentina (SEDRONAR), y basado en los lineamientos curriculares para la prevención de adicciones. El mismo ofrece una perspectiva amplia e integral para trabajar sobre la prevención de los consumos problemáticos, la promoción de la salud y los cuidados en el ámbito educativo. El material, que está recomendado para su abordaje en el portal Educ.ar, acompañado de actividades para todos los niveles, plantea que “la prevención de los consumos problemáticos puede anclarse en una perspectiva de derechos y de salud integral”. Estos derechos son a “recibir información científicamente válida, pertinente y oportuna —para que niñas, niños y adolescentes conozcan su propio cuerpo, el ajeno y las prácticas necesarias de cuidado—, y a tener el acompañamiento apropiado para la toma de decisiones con autonomía progresiva”, o sea, los lineamientos curriculares que pueden vincularse específicamente con los de la ESI.

Para cerrar esta nota, es importante destacar que, más allá del nombre con el cual se quieran pensar nuevas maneras de abordaje integral del cuidado de la salud y de la sexualidad, la ESI sigue siendo la herramienta que tienen las instituciones educativas y sus docentes para seguir construyendo una sociedad que garantice los derechos de niñeces y adolescencias.
(*) Docente, comunicadora. Co-directora de La ESI en juego.
Columnista de Diario Digital Femenino– De ESI Sí Se Habla
Berta Cecilia Gonzalez de Cruz -
Estimadas /os que tema de ACTUAILIDAD , y su inivisibilidad hace que pase sin ser tenido en cuenta, bienvenido a este tratamiento de estos temas por cuanto sera posible visibilizar y generar acciones segun la cuasa y losdestinatario en el aula en la escuela y en todo otro ámbito en donde la violencia se manifesta dibujada muchas veces en acciones de atencion al otro. Saludos
Admin -
Hola, gracias por su comentario.
También hay herramientas en notas y libros sobre estas temáticas, para trabajar en la escuela.
Abrazos.