La mirada de la ESI. En el mes de la diversidad, no podemos dejar de pensar en cómo abordar en las escuelas la diversidad familiar. Este tema se enmarca en dos de los ejes de la ESI: Respeto por la diversidad y Valorar la afectividad. Por un lado, porque habilita el espacio para debatir acerca de la idea de normalidad sobre cómo se desarrolló a lo largo de la historia el concepto de cómo deben estar compuestas las familias y, por el otro, porque habilita el espacio para que niñeces y adolescencias puedan opinar y expresar sus sentimientos sobre las diversas maneras de relacionarse en cada hogar.
Por María Inés Alvarado*
para Diario Digital Femenino
En la actualidad, se puede definir el concepto de familia según lo que plantea la Organización Mundial de la Salud (OMS), “conjunto de personas que conviven bajo el mismo techo, organizadas en roles fijos (padre, madre, hermanos, etc.) con vínculos consanguíneos o no, con un modo de existencia económico y social comunes, con sentimientos afectivos que los unen y aglutinan”. Dicha organización hace mención, a su vez, a la evolución del concepto y como éste ha ido variando progresivamente de la mano de los cambios en la sociedad y la cultura, dando lugar a una diversidad de formas de vivir y ser familia, que rompe el estereotipo heteronormativo de madre/padre/hijo/hija que propone el patriarcado, de la mano de la monogamia heterosexual obligatoria.
La censura que sufrió la película ‘Lightyear’ en varios países por contener escenas con ideología de género al mostrar una familia compuesta por dos mujeres que se aman y tienen hijos propios, demuestra que, aún hay mucho por andar y evolucionar en estas temáticas. Los tipos de familia actuales son muy diferentes a los de hace 50 años atrás, como también lo eran esas respecto a principios de siglo XX o a otros momentos históricos. Estas nuevas maneras de vivir y ser familia, de la mano de la inclusión, indica evolución social y desde allí es como debe abordarse en las aulas. Y, en ese recorrido, pensar cual es el lugar que las familias ocupan en la institución y como las incluimos desde la mirada de la ESI.
Una manera de comenzar a plantear estos temas es a partir de analizar cómo se aborda la comunicación escuela/familia. Las instituciones educativas sueles hacer responsables a las mamis de los temas vinculados a los cuidados, la alimentación o la limpieza. Son, además, quienes se ocupan de las tareas, quienes revisan los cuadernos y tienen la exclusividad del “chat de mamis” para ponerse al día de lo que ocurrió durante la jornada escolar, por ejemplo. Los “Señores Padres”, sin embargo, son los responsables de leer y firmar formularios importantes, vinculadas a la cuota, a las autorizaciones o permisos de entrada y salida, a las actividades deportivas extraescolares, a las notas y los boletines. También son “ellos”, en masculino, quienes son invitados a las “reuniones de padres”, pero en horarios donde las que hacen malabares para asistir son las madres, siendo ellas las que dejaran de lado su trabajo y ocuparan el lugar de estar visibles para la institución.
¿No sería más fácil dirigir las notas a las “Queridas familias”? ¿O poner en las comunicaciones importantes “Persona a cargo”, evitando el desdoblamiento de Padre/Madre/Tutor/Encargado? Pensar las familias desde la diversidad es tener en cuenta que hay muchas maneras de ser familia y que hay niñeces y adolescencias que están al cuidado de personas significativas para sus vidas, y que no necesariamente son “papá” y “mamá”. Cuándo se arman los informes para el cambio de grado, ¿se sigue usando la denominación “familia tipo”, “funcional” o “disfuncional” para describir la situación de cada criatura? ¿Es la estructura familiar lo que indica si una familia es funcional o no? Si un niño, niña o adolescente tiene problemas escolares ¿es producto de cómo está compuesta su familia o de la armonía, el cuidado, el amor o el respeto que se viva en ellas?
Pero no solo a nivel institucional se deben modificar estas prácticas. También es importante el trabajo áulico. En los Lineamientos curriculares de ESI se describen como contenidos a priorizar en relación a estos ejes para ayudar a identificar semejanzas y diferencias en las organizaciones familiares y a promover la valoración positiva de cada grupo familiar como espacio de contención y afecto, los siguientes::
- El conocimiento de las distintas formas de organización familiar y sus dinámicas y la valoración y el respeto de los modos de vida diferentes a los propios.
- El desarrollo de la confianza, la libertad y la seguridad en niños y niñas para que sean capaces de expresar sus ideas y opiniones y formular preguntas que puedan inquietar.
Estos lineamientos deben vincularse, a fin de que puedan expresar libremente lo que les pasa y sienten en relación a este tema. Cuando hablamos de las familias, es necesario potenciar la posibilidad de abrir la puerta para que puedan comentar qué representaciones tienen acerca de lo que es o debería ser una “familia. En la educación de nivel inicial y primaria se puede trabajar reconociendo la diversidad de familias que existen, seleccionando cuentos, relatos, canciones, representaciones visuales e incluso audiovisuales, que nombren estas experiencias. El cuadernillo Espacios educativos y familias, de Fundación Kaleidos, recopila varias sugerencias, al igual que los que se presentan en las actividades Familias diversas, del portal Educ.ar.
Con adolescentes y jóvenes, se puede problematizar la historia del concepto familia, como el origen del nombre se fundamenta en una forma de organización social acorde a las diferentes épocas a lo largo de los siglos. Hay un texto de Jazmín Jimenez, publicado en La izquierda diario, que hace un recorrido sobre El origen de la familia: de cómo Engels desmintió a Moisés que se relaciona ampliamente con los lineamientos curriculares de diversas asignaturas del área de sociales, como Formación Ética y ciudadana, por ejemplo. Plantear también qué pasa con sus deseos y sentimientos en relación a un posible embarazo y/o conformación de una familia no planificada a corto o mediano plazo.
Lo más importante es sostener que no hay un tipo ideal de familia; que todas las configuraciones familiares son válidas, merecen ser respetadas y en todas ellas se deben garantizar el bienestar, la salud, el cuidado, la crianza respetuosa y el afecto. Que se debe hacer referencia a “familias” en plural, y respetar la diversidad de todas las configuraciones posibles en sentido amplio.
(*) Docente, comunicadora. Co-directora de La ESI en juego.
Columnista de Diario Digital Femenino– De ESI Sí Se Habla