Como todos los años, hoy 26 de septiembre, es el Día Mundial de Prevención del Embarazo no Planificado en Adolescentes; efeméride que conmemora la importancia de educar a jóvenes y adolescentes de todo el mundo sobre el uso correcto de los métodos anticonceptivos (MAC), entre otros temas. Si bien el mensaje principal de esta fecha está puesto en evitar los embarazos no deseados, también se hace extensivo a la prevención del contagio de infecciones de transmisión sexual (ITS) y a reforzar el conocimiento sobre su propio cuerpo.
Por María Inés Alvarado*
para Diario Digital Femenino
Para la Organización Panamericana de la Salud (OPS), el conjunto de adolescentes y jóvenes forman el 30% de la población Latinoamericana y del Caribe. Juegan un papel importante en la sociedad y, aunque se consideran como un subconjunto saludable de la población, generalmente no se les da importancia a sus necesidades sanitarias. Por lo que se hace preciso generar acciones educativas y preventivas para evitar problemas de salud, y proteger su bienestar. El Informe Reporte: La salud de los y las adolescentes y jóvenes en la Región de las Américas presenta un análisis de la situación de salubridad de los/las adolescentes y jóvenes de la Región; resume la situación actual de la aplicación de la Estrategia y el Plan de Acción regionales de la OPS; y ofrece una perspectiva sobre cómo las partes interesadas pueden actuar para mejorar el bienestar de los/las jóvenes en las Américas. Si se tiene en cuenta que, según la OMS a “las complicaciones durante el embarazo y el parto son la segunda causa de muerte entre las mujeres de 15 a 19 años a nivel mundial”, se le suma también el problema de la práctica de abortos no seguros, que contribuye a la mortalidad joven y/o a problemas a largo plazo. Además, está comprobado que la procreación prematura aumenta el riesgo de registrar bajo peso al nacer lo cual provocará graves problemas a futuro.
Por otro lado, el embarazo adolescente, también constituye un problema social y económico, ya que afecta la permanencia en la escuela, la posibilidad de terminar los estudios, el acceso a oportunidades sociales y el futuro ingreso al mundo laboral, limitando el futuro de las/los adolescentes que se convierten en madres y padres jóvenes. Además, prevenir que una niña o una adolescente se embarace es una cuestión de derechos humanos y es la llave para acceder a otros derechos, y, para esto, es necesario trabajar desde la escuela. En la ya mencionada página de la OPS, se presentan una serie de tarjetas y banners para concientizar sobre esta problemática basados en las palabras: INFORMAR – EMPODERAR – DIÁLOGO – EDUCAR – APOYAR – ACCESO. Todas palabras claves que se relacionan con la Educación Sexual Integral.
Por eso, desde esta columna, se promueve que la ESI debe ayudar a generar conciencia sobre este flagelo, dado que es la herramienta para garantizar ese derecho humano. ¿Cómo hacerlo? A través de acciones concretas, como las siguientes:
- Informar: brindar información científicamente validada sobre la salud sexual y reproductiva, que incluya la importancia de conocer los métodos anticonceptivos (MAC) y como utilizarlos;
- Empoderar: dar herramientas para fortalecer a adolescentes madres en el ámbito personal para que puedan superar un embarazo precoz, ayudándolas a terminar sus estudios y facilitando su entrada en el mercado laboral.
- Diálogo: generar espacios de comunicación con las/los estudiantes para conocer sus contextos, sus temores y necesidades donde se incluya el debate y el consenso que permitan la escucha activa.
- Educar: valorar la importancia de conocer el cuidado del cuerpo y la salud integral, entendiendo que la sexualidad es una dimensión de las personas.
- Apoyar: ser sostén y acompañar la decisión tomada por la joven que está pasando por esa situación; tanto en el caso de querer seguir adelante con un embarazo no planificado como en el caso de querer realizar una interrupción del mismo.
- Acceso: garantizar el acceso a la salud; cómo y dónde acceder a los MAC; la importancia del cuidado y como asesorarse en el caso de tomar la decisión de realizarse una Interrupción Voluntaria del Embarazo (IVE).
(*) Docente, comunicadora. Co-directora de La ESI en juego.
Columnista de Diario Digital Femenino– De ESI Sí Se Habla
Informe
Prefacio
La Región de las Américas mantiene un compromiso de larga data con la protección y mejora de la salud y el bienestar de la población joven, como se expresa en la Estrategia regional para mejorar la salud de adolescentes y jóvenes y el Plan de acción sobre la salud de los adolescentes y los jóvenes (2010-2018). Desde la adopción de la estrategia regional en el 2008 y del plan de acción en el 2009, se han producido diversos acontecimientos de importancia a escala mundial y regional, entre otros, la inauguración de la era de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) y el lanzamiento de la Estrategia mundial para la salud de la mujer, el niño y el adolescente (2016-2030), con nuevos compromisos y mandatos que afectan de manera directa el posicionamiento de la población joven en la agenda regional y mundial de salud y desarrollo.
Estos nuevos acontecimientos generan una exigencia y oportunidad para la Organización Panamericana de la Salud (OPS) y la Región de evaluar el estado actual de la salud de la población joven y la respuesta regional, con el fin de llevar a cabo las modificaciones necesarias para garantizar que toda la población joven de la Región no solo sobreviva, sino que prospere y tenga la oportunidad de disfrutar de su derecho a la salud y el bienestar físico y mental. En vista de que el Plan de acción sobre la salud de los adolescentes y los jóvenes se acerca a su fin, también resulta oportuno esperar con interés la formulación de una agenda nueva de salud de los adolescentes y los jóvenes, más integrada al curso de vida y a factores para promover y mejorar su salud y desarrollo… seguir leyendo.
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