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            Desde hace un tiempo, se viene hablando de interseccionalidad, específicamente en los feminismos y para su aplicación en el abordaje de las políticas públicas. Para la educación es un término relativamente nuevo pero que, abordado desde la ESI, puede ayudar a pensar nuevas maneras de trabajar sobre los vínculos y de generar acciones que promuevan una mirada que favorezca la convivencia escolar entre estudiantes, para desarrollar acciones concretas sobre temas centrales como la desigualdad, la diversidad cultural, la identidad, el género, el colonialismo y su hegemonía cultural, por ejemplo. Los dichos xenófobos de la precandidata a presidenta de Juntos por el Cambio (JxC), Patricia Bullrich, contra estudiantes migrantes puso el tema en el eje de atención de la opinión pública para abordar esta problemática desde la escolaridad.

Por María Inés Alvarado*
para Diario Digital Femenino

            ¿Qué significa interseccionalidad y que relación tiene con la educación sexual integral? Define el blog Glosario para la igualdad que La interseccionalidad es una categoría de análisis para referir los componentes que confluyen en un mismo caso, multiplicando las desventajas y discriminaciones. Este enfoque permite contemplar los problemas desde una perspectiva integral, evitando simplificar las conclusiones y, por lo tanto, el abordaje de dicha realidad”. Este enfoque determina que, “bajo la óptica de la interseccionalidad, por ejemplo, cualquier persona puede sufrir discriminación por el hecho de ser adulta mayor, ser mujer, provenir de alguna etnia indígena, tener alguna discapacidad o vivir en una situación de pobreza; y todas las posibilidades de desigualdad antes mencionadas, pueden coexistir en una sola persona, lo que le pone en un mayor riesgo de vulnerabilidad”.

            En el sitio web Educando en igualdad, se explica que el término fue creado por Kimberlé Crenshaw, académica y profesora estadounidense especializada en el campo de la teoría crítica de la raza. Ella define el término como el fenómeno por el cual cada individuo sufre opresión u ostenta privilegio en base a su pertenencia a múltiples categorías sociales”, para desafiar la idea de que las mujeres son un grupo homogéneo, igualmente posicionado por las estructuras de poder y que sufren las mismas opresiones. La lente de la interseccionalidad, permite entender situaciones de discriminación múltiple, donde conviven características en las que se superponen cuestiones de raza, etnia, sexo, clase, discapacidades y sexualidad.

            En el sitio Saberes en intercambio se describen una serie de contenidos para incorporar el enfoque de interseccionalidad en el abordaje de la sexualidad en la formación docente, que surgieron del Encuentro Regional: Mesas de Diálogo Feministas, llevadas a cabo en el mes de mayo de 2021. Con respecto a las trayectorias educativas, por ejemplo, sugieren pensar las intervenciones y políticas educativas desde el entrecruzamiento tanto de las identidades individuales como sociales y proponen hacerlo desde cinco premisas básica de la interseccionalidad:

  1. No hablar solamente desde las opresiones, es importante entender que todas las personas estamos ubicadas en alguna posición desde el privilegio, opresión o resistencia a los ejes de diferenciación y desigualdad. Estas posiciones no son fijas y es posible transitarlas en función de muchos factores ya sea institucionales, familiares u otros.
  2. No se trata de sumar desigualdades, los organizadores sociales se viven de forma simultánea.
  3. Darle importancia al contexto, en cada centro educativo existe una realidad diferente.
  4. Reconocer las identidades y relaciones de poder, dado que los efectos directos en la construcción de identidades definen marcos de pensamiento, categorías y jerarquías que nos definen.
  5. Trayectoria personal, capacidad de agencia y cambio, para reconocer que las realidades están conformadas por la posición de los individuos en la estructura social.

            Estas premisas contribuyen a concebir nuevas formas de subjetividades, relaciones y construcción de conocimientos, haciendo visible la diversidad y desnaturalizando las desigualdades para ubicarlas como producto de procesos de diferenciación sociocultural.

            Algo parecido propone RECLA, la Red de Educación Continua de Latinoamérica y Europa, que propone que La interseccionalidad ha emergido como un enfoque poderoso y transformador en el ámbito de la educación, desafiando las perspectivas tradicionales y promoviendo un entendimiento más profundo y holístico de la diversidad en el aula. Al adoptar este enfoque, los educadores pueden abordar las complejidades y matices de las experiencias de los estudiantes y diseñar estrategias y prácticas que fomenten la inclusión, el bienestar y el éxito académico para todos”.

            Para llevar a cabo esta perspectiva, se sugieren entre otras experiencias, la escucha activa y comunicación abierta; el aprendizaje y adaptación continuos, fomentar la empatía y el respeto; abordar el lenguaje y las actitudes discriminatorias; la inclusión de contenidos y perspectivas diversas en el currículo; las adaptaciones y apoyos para estudiantes con necesidades específicas y fomentar la colaboración y el aprendizaje entre pares con actividades de trabajo en equipo y proyectos colaborativos y en espacios para la discusión y el intercambio de experiencias.

            Si la Educación Sexual Integral (ESI) ayuda a favorecer la promoción de los derechos humanos para las convivencias respetuosas debe también facilitar el intercambio para trabajar las violencias, en plural y no sólo de género que se presentan en la escuela, desde una perspectiva interseccional e interdisciplinaria. Debe propiciar el encuentro entre pares y la construcción de vínculos que garanticen un ser y estar en la diversidad que garantice un ambiente de aprendizaje que fomente el crecimiento personal y académico de cada estudiante, más allá de su condición social, de su raza, etnia, sexo, género e identidad sexual.

¿Es posible pensar la ESI desde la perspectiva interseccional?
¿Es posible pensar la ESI desde la perspectiva interseccional?

(*) Docente, comunicadora. Co-directora de La ESI en juego.
Columnista de Diario Digital Femenino– De ESI Sí Se Habla

 

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