Se aprobó por unanimidad (63 votos) y convirtió en ley, el proyecto que tiene como objetivo principal reconocer la Lengua de Señas Argentina como lengua natural y patrimonio lingüístico y cultural de la comunidad conformada por personas sordas e hipoacúsicas en el ámbito territorial de la República Argentina.
El objetivo es que se perciba como una lengua natural y originaria, que conforma un legado histórico inmaterial como parte de la identidad lingüística y la herencia cultural de las personas sordas, al tiempo que garantiza su participación e inclusión plena, como así también de las personas que, por cualquier motivo, elijan comunicarse en ese medio.
En la primera sesión del año, el Senado de la Nación aprobó y convirtió en Ley un proyecto que reconoce a la Lengua de Señas Argentina (LSA) como lenguaje natural y originario en todo el territorio nacional y destaca la importancia de su preservación y difusión, como parte del patrimonio lingüístico y cultural.
La iniciativa aprobada este jueves, explica que la LSA posee una estructura gramatical completa, compleja y distinta del castellano.
Asimismo, el objetivo es que se perciba como una lengua natural y originaria, que conforma un legado histórico inmaterial como parte de la identidad lingüística y la herencia cultural de las personas sordas, al tiempo que garantiza su participación e inclusión plena, como así también de las personas que, por cualquier motivo, elijan comunicarse en ese medio.
Una ley que incluye
La ley establece que serán organismos de legítima consulta sobre la LSA aquellas organizaciones constituidas íntegramente por personas sordas que las representen en todo el territorio de la República Argentina y que se encuentren oficialmente constituidas e inscritas con reconocimiento de los Estados nacional, provincial y municipal.
Además, si se sanciona en Diputados, faculta al Gobierno Nacional a fomentar el uso de la LSA de todas las personas que, por cualquier motivo, elijan comunicarse de dicha forma, con el objetivo de tener una accesibilidad efectiva y plena a la vida social; eliminar barreras comunicacionales y actitudinales, a fin de facilitar el acceso a la comunicación e información.
Al finalizar su discurso luego de la aprobación, la legisladora del Frente de Todos por Tierra del Fuego, María Eugenia Dure le entregó a la presidenta del recinto y vicepresidenta de la Nación, Cristina Kirchner, el pañuelo azul «en nombre de toda la comunidad sorda».
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A su vez, la presidenta de la Comisión de Población y Desarrollo Humano del Senado, la santacruceña María Belén Tapia, sostuvo que “esta ley representa un hito en el complejo proceso de ampliación de derechos de esta comunidad”, además agregó “esto de ninguna manera constituye el final de este proceso de inclusión. Es un punto de partida para conseguir lo mucho que todavía falta”.
En el mismo sentido, la titular de la Comisión de Educación y Cultura de la Cámara, la sanjuanina María del Carmen López Valverde, expresó que la aprobación de la iniciativa “es un paso muy importante”.
«Desde los años 70 se viene cambiando la mirada hacia la discapacidad, incluyendo a la sordera, de una mirada puramente médica a una social que educa el desarrollo de esa persona en una sociedad”, celebró. (Página12)