La reconocida marca de preservativos Tulipán, estrenó durante la semana pasada, una nueva campaña publicitaria de la mano de la agencia BBDO que lleva por slogan “No aprendés del porno”, con el objetivo de revalidar la importancia del cumplimiento de la ley de Educación Sexual Integral (ESI) en todas las escuelas del país. La ingeniosa campaña, lanzada durante la semana de la ESI pone en foco, de una manera irónica y absurda, la falta de realidad que propone la pornografía en torno a la sexualidad, a la vez que critica y cuestiona los estereotipos de género que presenta en sus contenidos audiovisuales. “La industria del porno suele estar viciada por planteos poco realistas en algo tan importante como el sexo. En ese sentido, encontramos una forma simple y directa de decir que la pornografía no debería reemplazar a la educación sexual de los jóvenes”, señalaron Matías Irigoytia y Nicolás Cortese, dupla creativa de BBDO Argentina consultados por el medio La Capital de Rosario.
Por María Inés Alvarado*
para Diario Digital Femenino
No es nuevo el debate entre pornografía y educación. En la nota Desnudar sentidos consumidos, su autora, María José Corvalán plantea que hay frases que se repiten por años y una de ellas es: “Los pibes aprenden del porno lo que no aprenden en la escuela” para luego cuestionar “¿cuánto hay detrás de esta industria millonaria, su impacto en las adolescencias, en las personas adultas y en cómo se reproducen violencias y se imaginan los propios encuentros sexuales?” En el Dossier Masculinidades en juego. Talleres de ESI para trabajar en el aula, publicado por la Facultad de Periodismo y Comunicación Social de la Universidad de La Plata, Santiago Nicolás Domínguez plantea que “La pornografía suele ser la educación sexual por excelencia para la gran mayoría de les jóvenes (y adultez también). Por eso, el hecho de profundizar en la mirada pornográfica que adoptamos de nuestro propio cuerpo y del de les otres puede resultar enriquecedor a la hora de pensar qué sentidos construimos en torno a la sexualidad y a nuestros propios deseos”.
En el artículo previamente mencionado, la periodista feminista Lenny Cáceres y directora de este espacio digital, agrega que “Cuando infancias y adolescencias no reciben Educación Sexual Integral completa y ampliada, no como taller o una clase aislada, irremediablemente se ‘educan’ o, mejor dicho, se informan a través de la pornografía. La curiosidad, el despertar sexual o las bromas entre amigos, más el fácil acceso a internet, hacen un combo fatal. La Educación Sexual Integral permite formarnos para generar vínculos afectivos, amorosos, con conocimiento de la propia sexualidad y de las/os otros”.
A su vez, la investigadora de Conicet Laura Milano, autora de El dedo en el porno, de Ed. Madreselva, en el capítulo “Lo que sé de sexo, lo aprendí del porno” se pregunta acerca del rol educativo que cumple el porno planteos tales “¿Cómo educa?, ¿qué se muestra acerca del sexo y cómo esas representaciones hacen al imaginario social acerca de la sexualidad?, ¿por qué son consideradas nocivas las imágenes sexuales que encontramos en el porno mainstream?, ¿qué efectos tienen sobre las prácticas y conductas sexuales fuera de la pantalla?, ¿qué pasa cuando lxs adolescentes se educan con el porno?, ¿para qué imaginar otra pornografía que sea una herramienta de educación sexual enfocada en el respeto, el consentimiento y el placer?” para luego responderse que “el porno es una “mala educación”. Aquello que el porno muestra estaría educando erróneamente acerca del sexo, los roles, el consentimiento y cuidado durante el encuentro sexual, las prácticas sexuales, los cuerpos deseables (y deseantes), etc.”
La empresa de preservativos, que tiene un blog denominado SEX ED, invita a recorrerlo bajo la consigna de “encontrar algunas respuestas que abarcan una variedad de temas vinculados con el sexo, la salud y la pareja, con el objetivo de construir juntxs el verdadero Placer Seguro”. En el sitio, la Psicóloga y Sexóloga Cecilia Ce y la Médica Ginecóloga y Sexóloga Marta Rajtman responden interrogantes sobre las relaciones coitales de tipo biológico que brindan información científicamente validad por la medicina, pero que nada tiene que ver con la ESI. Tal como plantea la Lic. En Psicología Claudia Campos en el texto La Pornografía NO es Educación Sexual, “El problema no es que vean pornografía, es la ausencia de educación, y guía ante los falsos y peligrosos conceptos que se exponen en este material y más a edades tan tempranas, sin supervisión adulta alguna. Donde se recibe una educación sexual reducida a lo genital, una sexualidad coitocentrista, gimnastica, frívola y violenta. Estableciendo modelos de cuerpos imposibles de alcanzar, acelerando los procesos naturales de sexuación y perpetuando los roles machistas tradicionales, igualmente, contribuyendo a aumentar el número de falsas creencias acerca de la sexualidad, que atentan en la mayoría de las ocasiones contra la salud sexual. Estableciendo un modelo “peligroso” en la manera de relacionarse, a nivel afectivo y sexual de las personas”.
Con el auge de Internet y el fácil acceso que en la actualidad jóvenes y adolescentes tienen a materiales que promueven contenidos ficticios, nada realistas y cargados de estereotipos de género, se hace cada vez más importante acercarles información válida y proponer recursos para cuestionar esas ideas erróneas y promover una sexualidad responsable. El porno no educa, lo único que logra es generar más caos y confusión.
(*) Docente, comunicadora. Co-directora de La ESI en juego.
Columnista de Diario Digital Femenino– De ESI Sí Se Habla
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