El lunes sale un agresor y su víctima teme que la mate
«Me vi reflejada en Úrsula (Bahillo). El día 22 mi ex pareja recibe su libertad porque después de las amenazas con un arma que no aparece, es mi palabra contra la de él. Tendré que irme del pueblo para que este tipo viva acá o tendré que esperar a que venga y me mate». El escalofriante testimonio lo escribió Romina Regis, una docente de Caleufú que le exige a la justicia que la proteja ante la salida en libertad de quien amenazó con matarla.
Varios días pasaron ya del femicidio de Ursula Bahillo, la joven de 18 años que fue asesinada por su ex pareja a quien había denunciado más de una decena de veces por distintos episodios de violencia de género y amenazas. El caso generó conmoción en la sociedad porque hubo un pedido que alguien en el Estado desoyó.
Ahora, en Caleufú, un poblado de alrededor de 2.500 personas al norte de La Pampa, Regis advierte que su ex pareja recuperará la libertad el lunes próximo y teme por su integridad. «Cuando lo detuvieron me dijo ‘voy a entrar, estar el tiempo que sea y cuando salga te mato, si no tengo nada que perder’», relató la víctima en El Aire de la Mañana, por Radio Noticias.
En esa línea, la docente dijo que está previsto que el lunes su agresor recupere la libertad luego de un año de detención en la Comisaría Tercera de General Pico. A su vez, aseguró que «en el transcurso de enero me mandó a amenazar de muerte por terceros, por una llamada telefónica» por lo que «estamos tratando de que el juez (de Ejecución) Mauricio Pascual pueda atender la última denuncia que le hice por violencia de género».
Violencia.
A su dramático relato y pedido de ayuda, Regis agregó que estuvo en pareja con su agresor durante ocho años hasta que se separó hace tres. «Está detenido hace un año pero por tercera vez: la primera fue por una agresión, la segunda por no cumplir con las perimetrales y la última porque un día le pedí que retirara las últimas cosas de mi casa y amenazó a mis abuelos con un arma», contó.
A su vez, la mujer calificó la relación como «conflictiva» ya que «siempre hubo violencia económica y física, también me hacía sentir culpable de que te pegan porque te lo merecés, porque lo había hecho poner de mal humor o para que me vista o actúe mejor». También dijo que la manipulación llegaba al punto de que «cuando se dio cuenta de que te hizo llorar todo, ahí se arrepiente y pide perdón» y que delante de la gente «es una luna de miel, incluso con el paso del tiempo las muestras de cariño se incrementaron pero también lo hizo su violencia».
Amenazas.
Otra constante durante la violenta relación que tuvo la pareja fueron las amenazas de muerte que sufrió Regis. «La primera vez que te dice ‘te voy a matar’ pensé que me lo dijo para que me enoje o me ponga mal porque me trató mal pero no lo hizo. Pero cuando las agresiones son más duras, cuando empezás a maquillarte para que tus compañeras de trabajo no se den cuenta y hasta cuando llega al punto de asfixiarte; te das cuenta que es capaz de hacerlo».
Pero los episodios de violencia no sólo los padeció Regis sino también la hija de 5 años que tiene en común con su ex pareja a quién «trató mal en muchas ocasiones, y hubo veces en las que se metía en mi casa, donde ahora puse rejas y tuve que cambiar los pasadores de las puertas y ventanas para estar más segura».
Si bien la mujer aseguró que su agresor recuperaría la libertad el próximo lunes, aún se desconoce la decisión que tomará el juez Pascual, a quién la víctima le exige consideración y medidas de protección efectivas que impidan situaciones que la pongan en riesgo.
«Estamos a jueves y a mí desde los Tribunales todavía no me ofrecieron nada, ni siquiera en las denuncias que presenté en octubre y diciembre pasado, donde exigí su pericia psicológica y un botón antipánico. Incluso si me lo dieran, acá en el pueblo el 3G y el 4G con el que funciona no siempre tiene señal», aseguró Regis a modo de ejemplificar la precariedad de las medidas de protección que, igualmente, no tiene.
El caso de la docente es solo uno de miles que hay a lo largo de toda la provincia y el país, donde pese a los avances que se lograron en materia de derechos para víctimas de violencia de género, e incluso la puesta en marcha de la Ley Micaela, aún no alcanza. Mientras tanto todas esas mujeres permanecen expuestas a encontrarse con su agresor.
Marcha a la plaza
A propósito de la eventual liberación del agresor de la docente que salió a denunciar la situación que atraviesa, mañana sábado a las 17 se realizará una marcha en Santa Rosa. La convocatoria es para manifestar el «acompañamiento a nuestra compañera Romina Regis» y el lugar elegido es la plaza San Martín. La convocatoria es de la organización feminista «Tamboras del Viento», de General Pico, que ayer realizó una manifestación en los tribunales de esa localidad donde exigieron al juez Mauricio Pascual «garantizar la vida de Romina en Caleufú».
«Pandemia del femicidio»
El Movimiento Popular Pampeano por los Derechos Humanos (Mppddhh) publicó ayer un documento en el que expresó su apoyo y acompañamiento a Romina Regis y pidió al Estado provincial que arbitre las medidas necesarias para protegerla. «Atraviesa esta situación desde hace muchos años y ha realizado múltiples denuncias», indicaron.
«Reclamamos al Estado provincial que arbitre todas las medidas necesarias que garanticen el cuidado y protección de Romina y de sus hijas menores, y al Ministerio de Justicia que esté a la altura de esta circunstancia, que lamentablemente es la triste realidad que le toca vivir a miles de mujeres», instaron.
Y consideraron que «como sociedad no debemos permitirnos tener más femicidios» y reiteraron el pedido al Estado para que destine «todos los recursos necesarios para terminar con la pandemia del femicidio que no empezó en el 2020 sino mucho antes».
También apuntaron contra el Poder Judicial. «No queremos una justicia patriarcal que proteja al agresor y no tenga en cuenta las circunstancias que atraviesan las víctimas, que deben vivir aterrorizadas por el miedo. Así como hace más de cuatro décadas decimos Nunca más, ahora exigimos Ni una menos», concluyó el comunicado.