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Compartimos el libro Abordando la Violencia Masculina en Contexto de Pandemia, se trata de la investigación de Matías Bonavitta, a partir del trabajo realizado por el equipo profesional del Dispositivo Psico-Social-Educativo de atención a varones que ejercieron violencia de la Subsecretaria de Seguridad Ciudadana, Ministerio de Seguridad del gobierno de La Pampa. Ente de Políticas Socializadoras.

El texto ofrece una mirada de la violencia masculina que advierte que aunque haya una historicidad ceñida por patrones culturales patriarcales que se incorporan desde temprana edad y en experiencias cotidianas, siempre hay posibilidades de otra configuración del «ser».

Introducción
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Abordando la Violencia Masculina
Abordando la Violencia Masculina

El presente trabajo de investigación efectúa una aproximación a la violencia masculina en contexto de pandemia a través de la implementación de un dispositivo psico-socio-educativo orientado a la atención de varones condenados por delitos de Violencia de Género (de aquí en adelante: V.G), de la Localidad de Intendente Alvear, Departamento Chapaleufú, Provincia de La Pampa. La propuesta es describir y analizar el abordaje realizado desde una episteme afín a los Estudios de Género y Masculinidades, incluyendo aportes procedentes de la Psicología Grupal, el Psicoanálisis y la Antropología Social.

La estrategia metodológica desarrollada fue de tipo cualitativa, para lo cual se recurrió a fuentes de información secundarias y primarias. Estas comprenden un conjunto de medios que posibilitan el despliegue de la investigación: desde el estudio de las diferentes etapas del proceso de intervención profesional con los varones que ejercieron V.G; pasando por las entrevistas realizadas; la revisión y análisis de los oficios judiciales; hasta la lectura de datos estadísticos; entre otros.

Antes de emprender el desarrollo, cabe decir que el dispositivo aquí involucrado, actualmente inserto dentro del Mapa Federal de Experiencias con Varones y Masculinidades en Argentina[1] (MEVyM ) y supervisado por la Red de Equipos de Trabajo y Estudio en Masculinidades[2] (RETEM), fue propulsado mediante un programa enmarcado en la Ley 26.485[3] y aprobado por la Resolución 1/2020 del Ente de Políticas Socializadoras y la Unidad de Abordaje, Supervisión y Orientación para Personas en Conflicto con la Ley Penal dependiente del Ministerio de Seguridad de La Pampa, cuya misión apunta a proteger a la víctima de V.G contribuyendo a la disminución de la criminalidad y la reincidencia a través de la implementación de programas que procuren la asistencia y la reinserción social de las personas con condena.

La entrada de dicha mirada integral sobre la política pública resulta de significativa importancia, debido a que la protección de mujeres, niñeces e identidades diversas no se obtiene asistiendo únicamente a quienes padecieron la violencia, menos aun reduciendo el abordaje a una dogmática penal basada en el poder punitivo como único recurso de intervención, tampoco mediante la usual prescripción judicial de un tratamiento psicológico cuyo encuadre no evalúa y enfatiza el orden psico-socio-cultural del fenómeno. En efecto, se requiere un rumbo integral en el que la intervención se contemple vía un dispositivo específico inscripto en un proceso no exclusivamente individual, sino que plural. Dado que la V.G no responde a un mero acto impulsivo o una reacción unipersonal (golpes, insultos, violaciones, raptos, etcétera), al contrario, incluye conductas que lejos de alojarse en la psique como un trastorno mental resultado de un desvarío intrapsíquico yacen incorporadas a partir de normas aprendidas a lo largo del ciclo vital, y que, en relación a otros, naturalizan la estructura jerárquica y desigual de la sociedad.

Tal como indica Rita Segato (2013), la V.G responde a una problemática relacional, erigida en base a pactos, acuerdos y cosmovisiones en el que la fratria con otros varones trama una matriz transmisora y reproductora de un sin número de prácticas de poder. Es en este sentido que, se estima imperiosa la intervención grupal, pues es en la grupalidad dónde se tejen las identificaciones, reconocimientos y complicidades que nutren las violencias. Por ello, es mediante un grupo, la manera más adecuada en el que resulta asequible transformar aquellas creencias y prácticas que yacen adheridas al sentido común masculino, y que, son nocivas tanto para las personas violentadas, como para quienes violentan.

Si bien las garantías totales de alcanzar la no violencia no existen, las investigaciones sobre esta problemática sugieren que sin asistencia la reincidencia aumenta: con su pareja, expareja, nuevas parejas, niñas, niños y demás identidades no masculinas; acrecentando la tasa de femicidios. Al respecto, distintos estudios, como el de Beatriz Alarcón Delicado (2021), Noelia Rodríguez Espartal y Esther López Zafra (2013), revelan que los programas de atención a grupos de varones producen al menos dos efectos transformadores: reducen significativamente la repetición de la conducta violenta, bajan la tasa de pensamientos distorsionados sobre la mujer a la vez que el uso de la violencia, lo cual fue contrastado con grupos de control que no fueron intervenidos y que en su seguimiento registraron un notable crecimiento de la violencia.

En síntesis, esta producción es el resultado del diálogo entre la teoría y la práctica, en cuyo desarrollo se reúnen distintas lecturas, exploraciones y circunstancias en torno al terreno investigado. Su materialización se liga tanto al proceso de atención efectuado junto al equipo profesional conformado por las Licenciadas en Trabajo Social: Amira Poblete y Lucila Conchez, como así también, al acompañamiento brindado por: Agustín García, Subsecretario de Seguridad Ciudadana de La Pampa, y Mónica Riquelme, Directora de Coordinación de Políticas Socializadoras de La Pampa, quienes desde sus funciones percibieron la necesidad de trabajar y divulgar un tema de carácter urgencial, para así, hacer visible la extensión y gravedad que acarrean las violencias… seguir leyendo.

[1] Ministerio de las Mujeres, Géneros y Diversidad de la Nación, en articulación con el Instituto de Masculinidades y Cambio Social, junto a la Iniciativa Spotlight.

[2] Red de Equipos de Trabajo y Estudio en Masculinidades. Está integrada por un grupo de profesionales especializados en el abordaje de la violencia masculina.

[3] Ley 26.485 de Protección integral para prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra las mujeres en los ámbitos en que desarrollen sus relaciones interpersonales. Sancionada el 11 de marzo de 2009.

Contacto del Ente de Políticas Socializadoras.
Correo electrónico: epsgeneralpico@lapampa.gob.ar

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