8M y todos los días
“Bastará una crisis política, económica o religiosa para que los derechos de las mujeres vuelvan a ser cuestionados”. Simone de Beauvoir
Otro #8M Día Internacional de la mujer trabajadora nos convoca, quienes venimos caminando territorios hace años, muchos años, en escenarios varios y contextos diversos, construimos y deconstruimos luchas amorosas, sororas, enseñantes que fortalecen y sostienen, donde atravesamos tormentas y desatinos, en este año en particular nos encontramos azoradas por tanta crueldad y violencia explícita avalada desde el poder real.
Desde la vuelta de la democracia, no experimentamos una cotidianeidad de tanta turbulencia deshumanizante y despiadada, que nos atraviesa como pueblo argentino, impactando en la Salud Mental de todas las personas, en un contexto de desamparo colectivo.
Por Mónica Vaccaro*
para Diario Digital Femenino
Mientras recordamos que NO se celebra NADA, que no queremos ni flores, ni bombones y que Sí queremos que se respeten nuestros derechos.
Una nueva estocada al corazón de las luchas colectivas aparece a cada momento, provocando, queriendo disciplinar y callar las multitudinarias voces que suenan como melodías multiplicadoras de reclamo por esos derechos, por todas partes, en todas partes, se escuchan esas voces, que son gritos URGENTES, que «rugen» cual inmensas olas bravías y hartas de tantas desigualdades, sufrimientos y muertes, olas que fueron gestándose en las entrañas de las mareas que saben de territorios, de hambre, de discriminación, de patriarcado y toda clase de violencias.
Aturde tanto silencio cómplice que habilita el desprecio por la otredad, y entre cortinas de humo, «peleas» banales por redes, operativos de seguridad desmedidos, montados como escenas cinematográficas, donde se observan mujeres en la primera línea de ¿»defensa»? ¿»ataque»? contra otras personas también trabajadoras o sea contra el pueblo.
Se demoniza el reclamo y el siniestro juego de palabras falseando la verdad, condena a la gente más vulnerable, que ahora, ni comida tiene; claro es muy fácil desde el lugar de privilegio hacer «análisis» con total desconocimiento y falta de respeto por lo que ocurre en los territorios, que se desconocen en absoluto porque nunca fueron recorridos, ni vividos y mucho menos, alojados y sentidos.
Se despiden trabajadoras de lugares sensibles donde se ejecutan (o ejecutaban) las políticas públicas de ampliación de derechos, montan vallas a la medianoche, ¿será porque se rompe el hechizo y aparecen los depredadores? Un ejemplo de esto, es la Agencia Nacional de Noticias (Télam) donde cientos de familias quedan sin empleo, por lo tanto sin recursos, por lo tanto en situación de desprotección y sufrimiento, me pregunto, ¿qué tan lejos estamos de que esa familia pueda ser la mía, o la tuya?, en este plan sistemático de arrasamiento real y subjetivo, que siempre corre al extremo, el límite de la provocación y la crueldad.
Y eso no es todo, casi al mismo tiempo escuchamos los testimonios desgarradores de las trabajadoras de la ANDIS (Agencia Nacional de Discapacidad), desmantelada y con sueños arrebatados, ya que muchas de esas personas por primera vez tenían un trabajo registrado, ya que en esta sociedad desigual no es fácil acceder a un empleo,y mucho más para las personas con discapacidad. También otras trabajadoras y trabajadores, con formación e historia dentro del organismo fueron vulneradas, ¿quedando libradas a su “suerte”?
Al mismo tiempo se desfinancia el FISU, sistema por el cual los barrios populares acceden a mejoras habitacionales, solo para vivir con algo más de dignidad, por supuesto que es un tema muy complejo de evaluar desde la comodidad del country y la perspectiva de la «gente de bien»
Es todo el panorama tan confuso que en el medio, tratamos de entender de qué se trata esta «libertad» que enuncian, de que se trata ese proyecto de ley de bases y puntos de partida para la libertad de los argentinOs, con O de patriarcado, donde mujeres, niñas y diversidades no somos nombradas, sabemos, que lo que no se nombra no existe, por eso queremos avisar que el punto de partida hacia la libertad comenzó hace mucho tiempo, con construcciones sociales y colectivas, con el recupero de derechos, con las luchas en las calles, con leyes ancladas en el espíritu de los derechos humanos, con la posibilidad de habilitar el SER de cada persona, de alojar la otredad que fortalece entramando redes que alojen, siendo sostén y refugio de la ternura. Acá hago pausa, porque dudo que quienes nos «desgobiernan» puedan comprender de qué hablamos cuando de enlazar humanidad se trata.
Otra de las confusiones que aparece por estos días es la utilización de la categoría «gente de bien» en la cual parecería que muchas, muchos y muches quedamos afuera, entonces vamos con otra propuesta que es la de entramar con «gente que hace el bien» y entonces pienso en visibilizar las personas a cargo de las tareas de cuidado, las que revuelven las ollas en los barrios populares, las que reclaman alimentos al progenitor de sus hijes (porque ese varón, no se hace cargo de las niñeces) ,las educadoras, políticas, trabajadoras de Salud, de la justicia, cartoneras, jubiladas, albañilas, actrices, bailarinas y todas las hacedoras de la ciencia y la cultura, trabajadoras de casas particulares, choferas, empleadas estatales, de comercio y clubes deportivos, de fuerzas de seguridad que sufren los mandatos del patriarcado, las que estiran al máximo el recurso que cada vez alcanza para menos, las que se quedan en la casa «porque es mejor que te quedes con los chicos», y tantas mujeres que abrazamos con las que hicimos, hacemos y haremos historia.
Por la defensa de los derechos conquistados, seguiremos en las calles, decimos que NO al DNU y a la Ley Ómnibus que quiere ser reflotada, repudiamos el cambio de nombre del salón de las mujeres en Casa Rosada, por más firma que intente «prohibir» el uso del lenguaje inclusivo, que es mucho más que una «e», acá estamos juntas y en unidad, moviendo el mundo, manifestando por nuestros derechos, nos seguiremos formando en perspectiva de género y reclamando por acceso a educación, salud integral, justicia, alimentación y medio ambiente saludable, vivienda y trabajo con condiciones dignas, por el derecho a decidir sobre nuestras cuerpas, seguiremos acompañando a las hermanas de los pueblos originarios, bregamos, por siempre ESI con niñeces y adolescentes libres de todas violencias, que las niñas sean niñas NO madres, poniendo en valor la Salud Mental, siempre.
Ante el hambre y el terrorismo económico que viola los derechos humanos básicos nos seguiremos manifestando, y encontrando, ya que como dice la inmensa Rita Segato, la lucha de las mujeres es por toda la humanidad.
#Nos queremos vivas y sin miedo.
#Nos queremos libres y desendeudadas.
#A la O de patriarcado no volvemos nunca más.
#La tierra ni las mujeres somos territorio de conquista
(*) Trabajadora de la Salud Mental y activista de Derechos Humanos.
Mujeres de La Pampa – Mujeres en Palabras
Foto de portada: Educ.ar
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