#3J implicancias…
Celebro que a partir de las publicaciones en este medio digital, se abran diálogos, se interpelen y pongan en tensión saberes y prácticas, se amplíen canales de comunicación, habilitando otras escuchas y por sobre todo que sigamos tejiendo con hilos de palabras mientras vivimos con hilos de tiempo.
Por Mónica Vaccaro*
Así vamos…tejiendo tramas de sostén, recuperando las voces de las compañeras que ya no están, acompañando a sus familias, hijes, amigues con la convicción que para hacer lazo entre estos hilos de palabras y de tiempos, necesitamos el abrazo comunitario, el compromiso social y político de todas las personas en todos los lugares y espacios que habitamos.
Acompañamos también a las que SÍ están, que están como pueden, construyendo posibilidades subjetivantes para salir de la encerrona machista en el mejor de los casos, en otros necesitan en primer lugar poner a resguardo sus vidas y desde ahí empezar a reconstruir/se.
Atravesadas por mandatos patriarcales, descalificaciones, violencias en todas sus formas y dimensiones necesitan de otros tiempos,sus tiempos, de escuchas alojadoras y acompañantes, escuchas que abracen el arrasamiento subjetivo y el efecto devastador que se manifiesta con sintomatologías diversas en las personas que sufren vulneraciones por motivos de género, las que requieren miradas en violeta/ multicolor, para no correr riesgos de ser patologizadas ni «juzgadas» por supuestos «saberes» sesgados e impregnados de cultura patriarcal.
Nos deben poner en alerta «intervenciones» que reaparecen en ciertos espacios (supuestamente de escucha) y circulando en el imaginario colectivo, que llegan a la clínica cotidiana en los relatos de mujeres, niñas, adolescentes y diversidades ¿qué hacías en ese lugar? ¿por qué fuiste sola ? «ahora todo es violencia, denuncian por cualquier cosa» ¿cómo estabas vestida? ¿por qué viajaban solas? «mira las fotos que suben a las redes, después…» «no se les puede hacer ni un chiste» y así podría seguir una lista interminable, siendo las personas vulneradas las que quedan expuestas, interpeladas, culpabilizadas.
Estas expresiones nos retrotraen a muchos años atrás, cuando unas pocas (desde distintas disciplinas y territorios) intentábamos abrir caminos sufriendo los embates de la desacreditación en nuestras prácticas, con el costo de algunas «soledades» en el andar cotidiano, en especial en estos interiores de atardeceres con belleza fotográfica y tanto resabio de cultura patriarcal.
Generar pensamiento crítico, interpelar e incomodar viniendo de mujeres no fue bien recibido en ningún capítulo de la historia. Reproducir y sostener las distintas formas de violencias machistas es parte del armado de un andamiaje siniestro que llega a su máxima expresión cuando ocurre un femicidio o transfemicidio.
El llamado es URGENTE, el compromiso colectivo!!!
En el andar de este largo y difícil camino de deconstrucción, sin pausa en ningún momento, las luchas colectivas de mujeres y diversidades se fueron organizando, la intensidad de las olas comenzó a salpicar los privilegios con mayor intensidad y se convirtió en imparable marea.
El 3 de junio de 2015 se produjo un hecho social único: miles de personas salieron a la calle, en distintos puntos del país, movilizadas por la consigna Ni Una Menos.
El enorme grito URGENTE y colectivo debe continuar interpelando a toda la ciudadanía, sin distinción de clases ni procedencias, debe convocar a todas las políticas, a las masculinidades, a las academias, a trabajadoras y trabajadores de salud, educación, comunicación, a todos los poderes del estado y en particular al poder judicial, teniendo en cuenta que cada «actuación», omisión, descuido, etc, es mucho más que un «caso» , se trata de historias de vida, con nombres propios, con implicancias subjetivantes que necesitan acompañamientos con compromiso social dentro de un marco ético en clave de derechos humanos, géneros y diversidad con abordajes integrales y especial cuidado en la Salud-Salud Mental de las personas acompañadas.
En este #3J volvemos a las calles con la consigna «Vivas, libres y desendeudadas nos queremos. Con este poder judicial no hay ni una menos».
Volvemos a los encuentros, a colmar las plazas de los abrazos, tejiendo tramas de sostén, también ahí ponemos nuestras cuerpas (además de toda la tarea cotidiana que ya tenemos ), en la organización, en las asambleas previas, en la elaboración de documentos, escritos y banderas, en la elección de la música que acompaña la memoria y el recuerdo de las que ya no están, de las que cargan mochilas con secuelas físicas y emocionales de por vida, visibilizando también la violencia machista que sufrimos en el día a día en los distintos ámbitos que habitamos y deseamos desarrollar nuestras vidas.
Volvemos a las calles encendiendo fueguitos que llenen el aire de chispas reparadoras, que contagien potencia y amorosidad para construir una nueva humanidad.
Volvemos a las calles convocando a que seamos siempre más, caminando con firmeza, haciendo mucho ruido, tanto que aturda al patriarcado, con la firme convicción de que en algún momento crujirá hasta caerse ,y/o empujaremos para tirarlo, en el mientras tanto seguiremos poniendo las cuerpas e implicando nuestras subjetividades en este largo camino de deconstrucción.
(*) Trabajadora de la Salud Mental y activista de Derechos Humanos.
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